Caliente es el fuego y fría el agua,
Fresca es la brisa de la mañana;
¿De quién procedió esta variedad?
Nacieron de su misma naturaleza.
También esto dijo Bharaspati:
No hay cielo ni liberación,
En otro mundo no hay alma alguna,
Y ningún efecto tienen los actos de los sacerdotes,
las órdentes y las cuatro castas.
Si la bestia a los muertos ofrecida
ella misma se conduce al cielo
¿Por qué el padre del sacrificador
no es ofrecido?
Si las ofrendas a los muertos agradan
a aquellos que alcanzaron la tierra de los muertos,
¿Qué necesidad tienen de provisiones
quienes emprenden este viaje?
Si nuestras ofrendas agradan a los seres celestiales,
¿por qué no agradar con ofrendas de comida
a los que viven aquí abajo?
Mientras la vida sigue, deja que el hombre viva feliz,
Aunque esté en deuda, deja que los dulces le alimenten;
¿Acaso podrá regresar cuando su cuerpo
se convierta en cenizas?
Si va a otro mundo aquel que del cuerpo se separa,
¿Cómo es que no regresa, inquieto, por el amor a los suyos?
Es sólo para ganarse la vida
que los sacerdotes fundaron aquí
abundantes ceremonias a los muertos
No hay otros frutos en ninguna parte.
Por benevolencia hacia los demás seres vivos
debemos volar para refugiarnos en la doctrina Carvaka.