La conferencia internacional Durban II sobre racismo: pretextos teocráticos contra la sociedad secular

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Estados Unidos, Israel y varios países europeos no acudirán a la conferencia de Ginebra después de conocer el borrador de conclusiones mientras que España aún guarda silencio, y el Vaticano anuncia su asistencia.

En febrero de 2008 un grupo de intelectuales y activistas franceses, entre los que figuraban Alain Finkielkraut y Pascal Bruckner, elaboraron un manifiesto para la Liga Internacional contra el Racismo y el Antisemitismo: La ONU contra los derechos del hombre. Los firmantes mostraban su preocupación por movimientos hacia una reformulación en clave teocrática de los Derechos Humanos, según son promovidos desde una «triple alianza» compuesta por la Organización de la Conferencia Islámica, el Movimiento de No Alineados (Cuba, Venezuela, Irán, China, etc) y Rusia, y que cristalizarían este mismo año en la llamada Conferencia Durban II de Ginebra.

La primera Conferencia Mundial sobre Racismo tuvo lugar en Durban, África del Sur, en 2001. A pesar de que su objetivo consistía en promover una Convención Internacional para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial, proliferaron las condenas a occidente, Estados Unidos e Israel. La entonces ministra de asuntos exteriores israelí, Tzipi Livni, llegó a afirmar que «La conferencia no tiene nada que ver con combatir el racismo. A la vista de esta situación, he decidido que Israel no participará y no legitimará la Conferencia Durban II», precipitando también el abandono de la conferencia de Canada y EE.UU.

Este febrero varios países de la Unión Europea, entre los que no parece encontrarse España, se sumaron a la protesta formal de los EE.UU bajo la nueva administración Obama. Pese a que la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navanethem Pillay, ha intentado aclarar que Durban II «no será un evento antisemita», de acuerdo con Barack Obama, o el canciller holandés Maxime Verhagen, siguen siendo inaceptables las desequilibradas alusiones a Israel y la demanda de protección especial para la religión en el proyecto de conclusiones de esta conferencia internacional.

Es preciso recordar que desde 1999 la Organización para la Conferencia Islámica continúa presionando en foros internacionales para que se lleven adelante resoluciones orientadas a «combatir la difamación de las religiones» y que varios países islámicos son firmantes de la Declaración sobre los Derechos Humanos en el Islam (El Cairo, 1990), la cual establece que «Todos poseerán el derecho a expresar líbremente su opinión de tal modo que no sea contraria a los principios de la Sharia».

En línea con los principios de la Declaración de Aranjuez, Tercera Cultura y el Foro Humanismo Secular apoyan los esfuerzos liderados ahora por el presidente de los EE.UU., Barack Obama, así como por países europeos, para evitar que una conferencia internacional contra el racismo vuelva a convertirse en un foro para el antisemitismo o la limitación teocrática de la libertad.

Súmate a nuestra campaña en Facebook: Contra la participación de España en la Conferencia de examen de Durban (Ginebra, 2009)

ACTUALIZACIÓN: El Vaticano anuncia que asistirá a la conferencia.

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